domingo, julio 20, 2014

Alimentación infantil

La verdad es que escribo poco sobre la paternidad. Bueno, en general escribo poco. Pero creo que es importante escribir sobre la alimentación infantil, porque hay mucho desconocimiento incluso entre los pediatras. Sí, sí, los pediatras no son infalibles, ni mucho menos. Saben sobre enferemedades, claro, pero poco más. Se inventan cosas, no saben interpretar gráficos, etc. Vamos, como en todas las profesiones, seguro que habéis visto a gente que lleva años desepeñando su trabajo y no lo hacen del todo bien. El problema es que tendemos a pensar que son Dioses y les hacemos caso sin cuestionarnos si lo que nos dicen es del todo correcto. Si empiezas a leer por Internet encuentras grandes controversias sobre casi todo lo que te dicen los médicos, y más si miramos temas infantiles.

Para no divagar mucho vamos a ver símplemente la alimentación infantil.

Lo que más fiabilidad me da la OMS, que tiene recomendaciones sobre este tema muy claras. La web está en castellano, así que ningún problema. Cito textualmente:

Para que el crecimiento, el desarrollo y la salud sean óptimos, hay que alimentar a los lactantes exclusivamente con leche materna durante los seis primeros meses de vida. Por «lactancia materna exclusiva» se entiende no proporcionar al lactante ningún alimento ni bebida (ni siquiera agua) que no sea la leche materna. Se puede, no obstante, darle gotas o jarabes (vitaminas, minerales y medicamentos). La leche materna es el alimento idóneo para el crecimiento y el desarrollo sano del bebé; además, la lactancia materna forma parte del proceso reproductivo, y tiene importantes repercusiones para la salud de las madres.
La OMS recomienda que a los seis meses (180 días) se empiece a dar a los lactantes alimentos complementarios, además de leche materna: 2-3 veces al día entre los 6 y 8 meses de edad, y 3 veces al día más un refrigerio nutritivo de los 9 a los 11 meses. Entre los 12 y los 24 meses, deben dárseles tres comidas y pueden ofrecérsele otros dos refrigerios nutritivos, si lo desean. Los alimentos deben ser adecuados, es decir, que proporcionen suficiente energía, proteínas y micronutrientes para cubrir las necesidades nutricionales del niño en crecimiento. Los alimentos deben prepararse y administrarse de forma higiénica para evitar al máximo el riesgo de contaminación. Alimentar a un niño pequeño requiere una atención activa y estimulación para animarlo a comer.
Es decir, ni leches artificiales ni cereales a los cuatro meses ni demás chorradas. Además presentan una tabla muy chula

Cantidades de alimentos que deben ofrecerse:


Edad Textura Frecuencia Cantidad en cada comida
Desde los seis meses Papillas blandas, verduras, carne, fruta bien trituradas Dos veces al día, además de tomas de pecho frecuentes 2-3 cucharadas
7-8 meses Alimentos triturados Tres veces al día, además de tomas de pecho frecuentes Aumento gradual hasta 2/3 de una taza de 250 ml en cada comida
9-11 meses Alimentos triturados o cortados en trozos pequeños, y alimentos que el bebé pueda agarrar Tres comidas más un refrigerio entre comidas, además de tomas de pecho ¾ de una taza de 250 ml
12-24 meses Alimentos de la familia, cortados o triturados en caso necesario Tres comidas más dos refrigerios entre comidas, además de tomas de pecho Una taza de 250 ml llena

Lo mejor de esto es que la mayoría de los pediatras en España se inventan una serie de cosas que no tiene sentido. Te dicen que primero metas la fruta, luego la verdura y la carne a los 8 meses. O no, porque cada cual te dice una cosa. Y luego está el tema de las cantidades, claramente la tabla de la OMS dice que se empiece por 2-3 cucharadas, no por un plato.

También una cosa importante, a partir de los 12 meses deben comer lo mismo que la familia. ¿Comes tu familia papillas de cereales infantiles? ¿No? Pues entonces no se las des. Es cómodo pero no son muy sanas.

Otra idea que tenemos es que los alimentos preparados para los niños son lo mejor de la industria alimentaria, especialmente seleccionados, nutritivos y con especial cuidado. Mentira. La OMS recomienda no dar azúcar añadido a los niños y de hecho la recomendación de límite diario para los adultos está en vías de reducirse. Pero las papillas infantiles llevan MUCHO azúcar añadido. ¿Por qué, si no es nada sano? Por lo mismo que la comida preparada de adultos no es sana, porque venden más. Así de simple.

Por cierto, sobre la lactancia. Todas las madres tienen leche suficiente para el niño. No tenerla es una enfermedad muy rara. Lo que pasa es que amamantar es algo bastante social (no es innato, se aprende mirando a otros) y no vivimos en una sociedad así, por lo tanto se necesita ayuda al principio y los hospitales no son muy buenos en eso. Mi recomendación es leer el libro "Un regalo para toda la vida" de Carlos González o acudir a la Liga de la Leche (hay reuniones en muchos barrios / ciudades y gente dispuesta ayudar)

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